Los niños perdidos, cuya autora es Laila Ripoll, narra la historia de cuatro niños: Marqués, Lázaro, Cucachica y Tuso, los cuales se encontraban en una especie de orfanato durante la Guerra Civil Española. Estos niños, están escondidos en el ático, ya que un personaje, Sor, los ha castigado allí. Sor es una monja ciega a la que interpreta Tuso a modo de burla. Los niños juegan en el ático, hasta que al final Tuso le cuenta la verdad: Marqués, Lázaro y Cucachica están muertos, al igual que la Sor, que también murió cuando Tuso la tiró por la escalera.
En esta historia, aparece el poder en varios sentidos: Lázaro representa el poder con los demás niños. Es el "mayor" de todos, también intenta ejercer el poder Marqués con Cucachica, al ser éste mayor que él. Otro poder importante que aparece es el de la Sor, el poder del terror, la cual, tiene a los niños atemorizados, ya que ella misma los mató. Con este poder aparece poderes exteriores como el de la Guerra Civil, el poder de la religión representado por la Sor, el poder de la dictadura y del fascismo, que se refleja en las canciones que cantan los niños...
En cuanto a la violencia, aparece cuando los niños se pelean entre ellos, sobre todo Marqués y Lázaro y el bombardeo de la guerra. Pero la violencia se ensalza cuando se describe las muertes de los niños a manos de la Sor: mata a Marqués y a Lázaro en una paliza, cuando ellos intentan buscar a Cucachica, y a éste último lo mata tirándolo por la ventana, de ahí a que en la obra, el personaje tenga pánico a la ventana.
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