viernes, 17 de mayo de 2013

Introducción a la época


Introducción al siglo XVIII.
Tras la crisis del siglo XVII, se produce en Europa un desarrollo económico, sobretodo en Inglaterra, en la cual sucede la Revolución Industrial, y aparece la burguesía, soporte de la economía del momento, pero sin poder político, adoptan las ideas de una nueva ideología tanto literario, como político que es la Ilustración. Los nuevos planteamientos, muchos de ellos reformistas,  se vierten en la política con la Revolución Francesa (1789), y en el espacio artístico con el movimiento Neoclásico.
                La primera ideología que surge en este siglo es la Ilustración. Movimiento de ideas renovadoras, que se desarrolló especialmente en Francia, donde destacan Voltaire, Montesquieu y Rousseau. En esta ideología se defiende la razón como única base del saber, y esto favorece al desarrollo científico, es el siglo de las luces. Esta defensa de la razón se aplica en todos los aspectos de la vida ya que creen que con la razón se puede permitir una mejora en la sociedad, en lo económico y en lo cultural e intelectual y para ellos los ilustrados pretenden hacer reformas emprendidas por el poder absolutista y así modernizar la sociedad.
                En el sector de las ideas estéticas, el siglo XVIII propone un regreso al canon clásico greco-latino, es decir, expresar temas universales y no temas personales o nacionales, con unas reglas fijas, como las tres unidades del teatro y que la literatura tenga un carácter didáctico más que de ocio. Pero España era un país con más atraso social y además estaba aislada a Europa, con lo cual, la reforma ilustrada tuvo escaso desarrollo y con esto surge la idea de europeizar a España, para modernizar la sociedad y renovar sus costumbres, esto se ve reflejado en la literatura de la época que debaten entre la tradición y la modernización y aparecen grandes escritores como Feijoo, Cadalso, Jovellanos, Leandro Fernández de Moratín, entre otros.

Otro movimiento que surge en este siglo es el Preromanticismo, movimiento que da paso al Romanticismo. Estas corrientes quiere romper con el Neoclasicismo porque ataba a la literatura a sus reglas, todo lo contrario que el Romanticismo que pretendía liberar al genio creador. Esta dos corrientes chocaba con la existencia, en el siglo XVIII, de una serie de obras literarias que tenían unas características en temas y formas que no se correspondían con el Neoclasicismo, y se lo llamó Prerromanticismo, un supuesto movimiento literario, que en realidad no lo era,  que combinaba a autores que también eran Neoclásico. Con el paso del tiempo este Prerromanticismo ha ido desapareciendo y se habla de Romanticismo dieciochesco, corriente que defiende la concepción del hombre sensible tanto en el plano físico como en el plano de los sentimientos, los cuales proporcionan temas de intensa sentimentalidad: amores desgraciados, soledades, muertes, traiciones…
                En este siglo se cultiva todo tipo de géneros literarios como las cartas, utilizada por Feijoo y Cadalso, el teatro con obras de Moratín, la prosa y el verso, géneros escogido por casi todos los escritores de este siglo. Pero a estos géneros literarios hay que añadir otro más: el cuento. 


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