Introducción al siglo
XVIII.
Tras la crisis del siglo XVII, se produce en Europa un
desarrollo económico, sobretodo en Inglaterra, en la cual sucede la Revolución
Industrial, y aparece la burguesía, soporte de la economía del momento, pero
sin poder político, adoptan las ideas de una nueva ideología tanto literario,
como político que es la Ilustración. Los nuevos planteamientos, muchos de ellos
reformistas, se vierten en la política
con la Revolución Francesa (1789), y en el espacio artístico con el movimiento
Neoclásico.
La
primera ideología que surge en este siglo es la Ilustración. Movimiento de
ideas renovadoras, que se desarrolló especialmente en Francia, donde destacan
Voltaire, Montesquieu y Rousseau. En esta ideología se defiende la razón como
única base del saber, y esto favorece al desarrollo científico, es el siglo de
las luces. Esta defensa de la razón se aplica en todos los aspectos de la vida
ya que creen que con la razón se puede permitir una mejora en la sociedad, en
lo económico y en lo cultural e intelectual y para ellos los ilustrados
pretenden hacer reformas emprendidas por el poder absolutista y así modernizar
la sociedad.
En el
sector de las ideas estéticas, el siglo XVIII propone un regreso al canon
clásico greco-latino, es decir, expresar temas universales y no temas
personales o nacionales, con unas reglas fijas, como las tres unidades del
teatro y que la literatura tenga un carácter didáctico más que de ocio. Pero
España era un país con más atraso social y además estaba aislada a Europa, con
lo cual, la reforma ilustrada tuvo escaso desarrollo y con esto surge la idea
de europeizar a España, para modernizar la sociedad y renovar sus costumbres,
esto se ve reflejado en la literatura de la época que debaten entre la
tradición y la modernización y aparecen grandes escritores como Feijoo,
Cadalso, Jovellanos, Leandro Fernández de Moratín, entre otros.
Otro movimiento que surge en este siglo es el
Preromanticismo, movimiento que da paso al Romanticismo. Estas corrientes
quiere romper con el Neoclasicismo porque ataba a la literatura a sus reglas,
todo lo contrario que el Romanticismo que pretendía liberar al genio creador. Esta
dos corrientes chocaba con la existencia, en el siglo XVIII, de una serie de
obras literarias que tenían unas características en temas y formas que no se
correspondían con el Neoclasicismo, y se lo llamó Prerromanticismo, un supuesto
movimiento literario, que en realidad no lo era, que combinaba a autores que también eran
Neoclásico. Con el paso del tiempo este Prerromanticismo ha ido desapareciendo
y se habla de Romanticismo dieciochesco, corriente que defiende la concepción
del hombre sensible tanto en el plano físico como en el plano de los
sentimientos, los cuales proporcionan temas de intensa sentimentalidad: amores
desgraciados, soledades, muertes, traiciones…
En este
siglo se cultiva todo tipo de géneros literarios como las cartas, utilizada por
Feijoo y Cadalso, el teatro con obras de Moratín, la prosa y el verso, géneros
escogido por casi todos los escritores de este siglo. Pero a estos géneros
literarios hay que añadir otro más: el cuento.
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